Tuesday, June 5, 2007
HORMONALANDIA
PLAYA MORTAL (1988) (Nightmare beach / Welcome to spring break) Dirigida por Harry Kirkpatrick (aka Umberto Lenzi). Disponible en Amazon por U$12.99. Disponible en video, en Franklin, pero hay que buscarla.
¿Hay algo que no se haya dicho o escrito acerca de Umberto Lenzi? Sub-maestro del cine explotation, oportunista, italiano y aprovechador, como todos los coleguitas de su generación, el director de la afamada Holocausto caníbal (aka Hazlos morir lentamente) ha probado en la mayoría de los géneros. Todavía no sabemos cual le acomoda mejor, lo cierto es que su filmografía está cargada de ineptitud, mugre y una insoportable obsesión por recrear de alguna u otra forma cierto cine americano. Mal endémico de toda una generación, los italianos han tenido la patudez de filmar Nueva York en Italia o en España, sino pregúntenle a Jess Franco, que alguna vez, en los 70, recreó Londres en Viena para Jack the ripper, pasándose por cierta parte el Támesis y el East End.
Por la módica suma de dos lucas compré este slasher ochentero -editado en VHS por LK-Tel hace dos décadas bajo el título de Playa mortal-. La vi una vez hace como cuatro años y me cargó. Hace poco me vino una especie de nostalgia por el VHS y acumulé todas las películas que quería ver. Apareció esta cajita pegajosa, mugrienta y cuando probé la cinta me di cuenta de lo que me había estado perdiendo.
Nightmare Beach (que también se ha llamado Welcome to spring break y Pesadilla en la playa, en España) está estructurada como una seguidilla de viñetas, una historieta colorinche al ritmo de la peor música ochentera. Estoy hablando de subproductos de bandas como Whitesnake y cosas así. En otras palabras, rock posero, meloso y oreja. Estamos en un pueblo típicamente americano, pero filmado por un italiano que durante los próximos 90 minutos tratará de convencernos que sabe muchísimo sobre la cultura americana. No es un día cualquiera en este pueblo. Es el día en que las calles del lugar son tomadas por asalto por 50 mil estudiantes en spring break, es decir, vacaciones de primavera. El problema es que en el pueblo hay una banda de motociclistas con tatuajes y pelo largo, presuntamente malos, y cuyo líder, un tal Diablo, fue ejecutado hace poco. Las cosas no están bien en el pueblo, sobre todo cuando comiencen a amontonarse los cadáveres, obras maestras de un asesino en serie que electrocuta a sus víctimas.
Todo suena mal. El elenco de Morandé con Compañía tiene más talento que este montón de troncos con pelos lacados y la ropa más fea diseñada en el universo y sus alrededores. A medio camino entre el slasher más convencional -y, lo que es peor, sin sangre, lo que de inmediato decepciona a los seguidores más nobles del género- y la película de vacaciones, tipo Summer school o La venganza de los nerds, Playa mortal es una mierda con todas sus letras. Evítenla, si pueden. Jamás gasten un centavo en ella. Pero si algún día van caminando por la calle y se encuentran con una copia en el suelo, dénle un minuto de sus vidas.
Lenzi, este señor italiano, dirige con el seudónimo de Harry Kirkpatrick. Lo que hace, en realidad, es poner la cámara delante de esta gente, salida de soap-operas y comerciales, para retratar la revolución del spring break. Chicos y chicas llegan hasta el pueblo dispuestos a reventarse. Está el virgen medio weird y su amigote putero, la mina pobretona y con pasado oscuro (que se enamora del virgen), los futboleros agresivos (y también puteros) que mueren temprano, el doctor alcohólico y, por supuesto, el señor John Saxon encarnando con un arsenal de clichés al sheriff malvado e inescrupuloso. Qué pedazo de mierda, Dios mío.
Ya sabemos que no hay sangre. Sexo tampoco hay, sólo una estudiante que aparece totalmente desconectada de la trama central y que le pide un quarter a hombres mayores. En el fondo es una prostituta de buen corazón y demuestra el lado original de su director, esa faceta de comedia italiana no muy distinguida pero efectiva y rara. Ahí es donde algo funciona en Nightmare beach, en estas secuencias atiborradas de estudiantes borrachos y semidesnudos en plan Wild On remezcladas con asesinatos supuestamente creativos, con una dosis 2 de gore en una escala de 1 a 5 y un final alargado como un mitimiti.
Antes Lenzi hacía películas malas, pero enfermizas. Mucha sangre color burdeo, mucho látex mal puesto, pero al menos con una intención clara: provocar, romper esquemas, convertirse en un nuevo Herschell Gordon Lewis. Nightmare beach es su película menos audaz, peor actuada, más burda, menos jugada, pero paradójicamente, la más accesible. Está en DVD Zona 1, pero sinceramente dudo que alguien esté dispuesto a pagar un centavo por ella. No confundir con La playa del terror (Blood beach), donde también actúa John Saxon y cuya arena se tragaba a la gente.
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1 comment:
buen blog
aguante el cine slasher , el gore tano , el de zombies y el genero del terror
pasese por mi site
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